Las ruinas del castillo de Hispaniés se asientan sobre un cerro a unos 7 kilómetros de la localidad de Luna, en la comarca de las Cinco Villas de la provincia de Zaragoza.
Se puede llegar desde Luna por la carretera que lleva a El Frago. A unos 500 metros de de dejar las últimas casas del pueblo sale una estrecha carretera a la derecha (sin señalización) que en unos 2 kilómetros lleva al castillo de Obano. 1,5 kilómetros más allá hay un pequeño indicativo de madera, a la izquierda, que indica la dirección a Júnez y Lacasta (dos pueblos abandonados). Tomamos el desvío y, a poco más de 3 kilómetros, ya por una pista sin asfaltar en condiciones aceptables, ya se ve el cerro de Hispaniés. Como referencia del cerro, decir que hay una edificación a los pies del mismo. Desde este instante hay que hacer el recorrido a pie (por donde se pueda o intuya). Al pasar por la mencionada edificación cercana al cerro, sale un sendero con abundante vegetación que empieza a ganar altura al poco tiempo. A unos diez minutos de caminata, el cerro se ve cada vez más cercano, y en este punto acaba el sendero más o menos perceptible. Tras abrirse paso entre la molesta vegetación se llega a la ermita, situada a nivel más bajo del cerro, siendo recomendable bordearlo por el lado izquierdo para poder llegar a la cima.
El castillo de Hispaniés se sabe que existía en el siglo X. Sus primeras referencias documentales datan de 938.
La fortaleza formó parte de las fortificaciones fronterizas de los reinos cristianos desde el siglo X, primero de Pamplona y más tarde, desde mediados del XI, del reino de Aragón, con territorios da la Marca Superior de al-Ándalus, hasta el avance aragonés de reconquista por tierras situadas más al sur del Valle del Ebro, en el siglo XII.
Hispaniés fue levantado sobre un cerro desde donde se dominaba un extenso territorio. El castillo estaba formado por un recinto de planta alargada de considerables dimensiones, de unos 70 por 30 metros.
Poco se conserva de la fortaleza. Restos de muros rebajados de la muralla, sillares de considerable tamaño dispersos sobre el terreno entre la abundante vegetación que dificulta ver lo que queda, así como un aljibe en buen estado de conservación.
A un nivel inferior del cerro del castillo, a unos 100 metros, se conserva lo que fue su ermita o iglesia, la de San Pedro de Hispaniés, de estilo románico, en estado de ruina.
Actualmente las ruinas del castillo son conocidas popularmente como "la cárcel".
Se encuentra en estado de ruina, prácticamente desaparecido.
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Fecha de última modificación: 26/08/2024
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