Comunidad: Aragón |
Provincia: Zaragoza
Municipio: Villarroya de la Sierra |
Localidad: Villarroya de la Sierra
Código: Z-CAS-571
Monumentos militares: Castillos y fortalezas medievales con funciones militares y residenciales.
El Castillo del Rey se alza sobre una elevación de terreno en la localidad de Villarroya de la Sierra, a unos 20 kilómetros al noroeste de la ciudad de Calatayud, en la Comunidad de Calatayud, provincia de Zaragoza.
Los orígenes de Villarroya se remontan a la época de dominación musulmana de la Península Ibérica.
Villarroya contaba con una primitiva fortificación de origen musulmán, documentada en el siglo X.
Tras la reconquista cristiana de la zona por el rey Alfoso I de Aragón, el Batallador, en el primer cuarto de siglo del siglo XII, después de la caída de la cercana Calatayud, se erige, en el lugar donde se emplazaba la musulmana, una nueva fortificación en la localidad, ésta de origen cristiano, para reforzar la seguridad de la zona, que sería la que perdura en la actualidad.
Tiempo después, se construye una nueva fortificación en la localidad, en un cerro inmediato, muy próxima al castillo del Rey, el denominado castillo de la Reina. Ambos estarían unidos y rodeados por una muralla, formando de este modo un recinto fortificado.
En el siglo XIV, durante el transcurso de la guerra de los dos Pedros, que tuvo lugar entre Pedro I el Cruel de Castilla y Pedro IV el Ceremonioso de Aragón, el monarca aragonés manda reforzar las defensas de Villarroya de la Sierra en 1357. Ello no impide que cayera en poder castellano en 1362.
Posteriormente la villa fue devuelta a Aragón, y nuevamente en el siglo XV fue conquistada por los castellanos, hasta que fue recuperada definitivamente por los aragoneses en 1454, tras negociaciones.
El castillo fue construido sobre una elevación de terreno en la parte más alta de la localidad. Estaba formado por un pequeño recinto rodeado por una muralla, de la que quedan algunos restos.
En el interior del recinto se erige la gran torre de la fortaleza. Esta, de planta rectangular, de unos 7 por 9 en sus lados y bastante altura, conserva alguna que otra aspillera, así como su remate almenado. Se conserva la puerta por la que se accedía al recinto amurallado, formada por doble arco.
El aparejo de la torre es la mampostería, reforzada con sillares en sus esquinas.
Se encuentra en buen estado, aunque muy transformado. Ha sido restaurada recientemente.
El acceso es libre.
Bien protegido por la declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 sobre la protección de los castillos españoles (BOE núm. 125, de 5 de mayo de 1949) y por la Ley 16/1985, de 25 de junio, de Patrimonio Histórico Español (BOE núm. 155, de 29 de junio de 1985).
MonumentalNet agradece la colaboración de Luis Puey Vílchez, Miguel Ángel Cebrián Martínez