Iglesia del siglo XIII, una de las catorce parroquias fundadas por Fernando III, con elementos góticos y mudéjares.
La Iglesia de Santa Marina de Aguas Santas se encuentra en la plaza y barrio de Santa Marina de la ciudad de Córdoba, provincia de Córdoba.
La Iglesia de Santa Marina fue una de las parroquias fundadas por Fernando III tras la Reconquista de Córdoba. Su origen parece remontarse al año 607, cuando ya existía un templo en este lugar, posiblemente de origen visigodo, que permaneció durante la dominación árabe. Tras la conquista cristiana, la iglesia fue reconstruida sobre los antiguos muros godos y consagrada en 1241 por el Obispo de Córdoba, Don Lope de Fitero. En el siglo XVI, bajo el Obispo Don Leopoldo de Austria, se realizaron importantes reformas, como la sustitución del campanario por el actual cuerpo de campanas. A lo largo de su historia, ha sufrido diversas modificaciones, manteniendo su carácter gótico-mudéjar con influencias románicas.
El templo tiene planta basilical con tres grandes naves. Los arcos descansan sobre pilares cuadrados, que en sus lados perpendiculares llevan fustes circulares con capiteles decorados con motivos vegetales. Las naves laterales están iluminadas por ventanas de saeteras, algunas de ellas ensanchadas en intervenciones posteriores. La nave central cuenta con un bello rosetón en la fachada de poniente, que aporta luz natural al interior. En el siglo XVII, los artesonados originales fueron cubiertos por bóvedas de cañizo y yeso, introduciendo molduras decorativas sobre los pilares.
La puerta principal, en la fachada de poniente, es abocinada y está formada por tres arcos escalonados, decorados con tallas de hojas y animales erosionados. Sobre ella se encuentra un pequeño tejaroz sostenido por canecillos. Los contrafuertes escalonados de la fachada refuerzan la estructura. La puerta del Evangelio está decorada con un gablete flanqueado por pináculos esbeltos y estriados, mientras que la puerta de la Epístola presenta una estructura similar, con tres arcos escalonados decorados con hojas y aves talladas. El exterior del templo está construido con sillares de piedra caliza en un aparejo de soga y tizón, y las cornisas están adornadas con canecillos de piedra de perfil cóncavo.
A lo largo de los siglos, la iglesia ha sido restaurada en varias ocasiones, manteniendo su carácter histórico. El edificio se encuentra en buen estado de conservación, destacando la arquitectura gótica y mudéjar, que ha perdurado a pesar de las modificaciones posteriores.
Inscrito como Bien de Interés Cultural (BIC) bajo la tipología de Monumento, publicado en la GACETA el 04/06/1931.
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MonumentalNet agradece la colaboración de Antonio Pérez Redondo
Fecha de última modificación: 12/10/2024
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