Los Callejones


Los Callejones

Los Callejones


Código: CA-038000100-UBR-CAL
Comunidad: Andalucía
Provincia: Cádiz
Municipio: Ubrique
Localidad: Ubrique


Situación

El paraje urbano de Los Callejones se encuentra en la localidad de Ubrique, provincia de Cádiz.


Historia

EL ÁRBOL EN LA HISTORIA DE UBRIQUE: Los árboles son un elemento de vida que alegran nuestro entorno y que constituyeron para muchos antepasados, un medio de aumento de la riqueza y manantial de salud. Así debieron entenderlo generaciones y generaciones de ubriqueños por los testimonios que hasta hoy nos han llegado.

Las primeras noticias sobre los árboles de Ubrique datan del 1752 y proceden del Catastro de la Ensenada, efectuado ese mismo año, y que se encuentra en el Archivo General de Simancas (Valladolid). Los peritos reales hicieron una descripción en la que se apreciaba la riqueza en arbolado así como las tierras de regadío, hortalizas, olivares, matorrales, ... Se destacaba la alta producción de las zonas de regadío en las ricas huertas que entonces había en las proximidades del río, con árboles frutales como granadas, perales, membrillos, ciruelos, higueras, nogales, naranjos, limoneros, cerezos, duraznos y albaricoques. En la zona de secano se encontraban olivos, almendros, algarrobos, higueras y morales.

Otras noticias nos la deja escritas la escritora gaditana Frasquita Larrea, madre de Fernán Caballero, que nos describe los olmos situados junto al río, de los montes de robles, encinas y hayas, y nos narra sus paseos por Los Callejones, camino que entonces estaba situado entre una verde y fresca cañada de huertas.

PLANTACIONES: En 1874 se invirtieron 678 pesetas en la colocación de naranjos en la Plaza del Ayuntamiento, pero fue a finales del siglo XIX cuando se plantaron árboles plataneros por el reformado carril de Los Callejones, que debía conducir al nuevo cementerio, sustituto del antiguo de San Sebastián que fue clausurado en 1899. Ese mismo año, el alcalde, José Rubiales Zarco, quedó autorizado por la Corporación Municipal para realizar todas aquellas obras más indispensables, tanto en caminos vecinales y vías urbanas, como puentes y caminos y en el cementerio. Con esta iniciativa pretendía combatir la grave crisis obrera, en particular de los trabajadores del campo y albañiles, que por aquel tiempo se sufría en Ubrique. Así entre 1899 y 1900 se hicieron reparaciones en diferentes caminos y puentes de la población, así como se acometieron las cañerías para la conducción de agua a las fuentes públicas y al alcantarillado y el empedrado de nuevas calles.

Antes del que nuevo cementerio de San Bartolomé (bautizado en honor del diputado a Cortes Bartolomé Bohórquez Rubiales, que había cedido el terreno) fuese inaugurado oficialmente en 1900, se construyó el puente de los Callejones y se mejoró el tramo del carril, que se embelleció con la plantación de los árboles y la instalación de los bancos de piedra, extraída de la cantera de los pozos de Barrida. Estos trabajos fueron llevados a cabo por una cuadrilla de 20 albañiles, siendo capataz de obras Pablo Ordoñez Carrasco y capataz de cultivos Antonio Meseguer.

A partir de entonces la población superó el río y los Callejones se convirtieron en el lugar de expansión, recreo y disfrute de los ubriqueños.

LA FIESTA DEL ÁRBOL: En 1907 hubo un primer intento de celebrar la Fiesta del Árbol, pero la plantación efectuada con ese motivo se perdió. Siete años más tarde se constituyó la Junta de la Fiesta del Árbol, presidida por el alcalde, Manuel Romero Bohórquez, y compuesta por un juez municipal, párroco, concejal, inspector municipal de sanidad, médico titular, farmacéutico y profesor de instrucción pública y secretario del Ayuntamiento. El objetivo de esta Junta era el de fomentar la afición hacia el arbolado y posibilitar su desarrollo. Así pues en la mañana del 24 de enero de 1915, los ubriqueños llenaron la Plaza para marchar en comitiva formando una verdadera romería compuesta por 2500 personas, a pie. La comitiva se dirigió por el Callejón del Prado hacia el lugar elegido para plantar 200 árboles, entre eucaliptos, plátanos y otras especies, terminando en la Alameda.

La fiesta continuó celebrándose hasta 1917, fecha en la que acudieron 3.500 personas. A los largos de estos años, se efectuó una amplia repoblación forestal en diferentes lugares del término municipal.

En los años posteriores, el desarrollo industrial y las necesidades de ensanche provocaron una expansión urbanística desordenada en los terrenos ocupados por huertas y arbolado. Con ello, desapareció el verjel delicioso de fuentes y riachuelos, que corrían en todas direcciones y que formaban las frondosas huertas de las que nos hablaba Larrea. Sin duda, la última reliquia de aquello son los árboles de los Callejones, que con el tiempo han llegado a convertirse en un emblema de nuestro pueblo y a formar parte de nuestra memoria histórica.


Descripción

Un paraje urbano de singular atractivo en la Sierra de Cádiz lo constituye la arboleda centenaria que da la bienvenida en Ubrique al visitante que llega por el acceso norte de la población. Su plantación constituyó un tributo a la naturaleza que se ha mantenido erguido pese al paso del tiempo, convirtiéndose en un paraje emblemático de la ciudad.


Protección

El Patrimonio Histórico Español está protegido por la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español (B.O.E. núm. 155, de 29 de junio de 1985).


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Fecha de última modificación: 2005-03-15





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