Rollo de justicia de Grajera en Grajera, Segovia

Situación

El Rollo de justicia de Grajera se encuentra situada en un espacio abierto en la Calle Indurain, delante de la Iglesia de San Vítores de la localidad de Grajera, provincia de Segovia.

Historia

En un principio, las picotas eran construcciones de madera donde se exhibía a los delincuentes que cometían delitos tales como aumentar el precio del trigo y otros alimentos básicos, vender carnes, pescado y vino en mal estado, por engañar con el peso, por falsificar moneda, por usar trucos en el juego o incluso por secuestrar niños para mendigar. Las primeras noticias escritas del uso institucional de las picotas son del reinado de Alfonso X el Sabio, a finales del siglo XIII. El reo era Sujetado por brazos y cuello y el pregonero anunciaba su exposición en días de mercado, cuando más concurrido se hallaba el lugar.

Los rollos jurisdiccionales eran columnas de piedra que comienzan a construirse a finales del siglo XIV o principios del XV. Son el símbolo de jurisdicción de un lugar. Grajera, perteneciente a la Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda, compartía los privilegios que sus Fueros otorgaban a los pobladores. De esta forma, existía un concejo en el pueblo que administraba, su territorio e impartía justicia en él con bastante independencia de la Villa.

La justicia se administraba junto al rollo cuya verticalidad significaba seguridad, firmeza y poder. Además de en Grajera y otros pueblos segovianos, existen rollos en Álava, Ávila, Badajoz, Burgos, Cáceres. Ciudad Real, Guadalajara, León, Madrid, Palencia, La Rioja, Salamanca, Santander, Soria, Toledo, Valladolid y Zamora.

A partir del siglo XV, los rollos comienzan a usarse en Castilla también como picotas, de tal forma que este término acaba por imponerse en la tradición popular. Así, en el rollo de Covarrubias puede leerse: "Venid a mí, malvados, que yo os daré vuestro merecido".

Descripción

La imponente columna se levanta sobre una grada y una basa poligonal. El fuste es también poligonal, con una acanaladura en cada lado. El remate presenta forma de capullo de flor cerrado, terminando en una bola.

Protección

El Patrimonio Histórico Español está protegido por la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español (B.O.E. núm. 155, de 29 de junio de 1985).